“Aquí y allí” - Una palabra de exhortación y consuelo para este año
2019.
Stanley Hernández R.
Al entrar en otro año de
testimonio para el Señor que vendrá pronto, me dirijo a los lectores de Notas y
Apuntes Bíblicos, en los felices términos de Juan al querido Gayos.
"Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas y que tengas
salud, así como prospera tu alma" (3 Juan 2). Estas palabras contemplan la
bendición y el éxito, tanto temporal como físicamente, y lo más importante,
espiritualmente.
Es mi deseo atraer la
atención a las dos palabras en el encabezado de este articulo, "Aquí y allí", confiando en que el
Espíritu de Dios puede hacer que traigan consuelo y guía durante el resto de
nuestra estadía en este próximo año. Qué efecto tendría si el Señor hiciera que
encontraran un lugar en nuestros pensamientos y corazones.
Aquí
(Hebreos 13:14)
Esta mención "no
tenemos Aquí una ciudad permanente,
sino que buscamos la por venir". Reflexionemos sobre el gran significado
que transmite esta pequeña palabra. Cuánto significa para cada uno de nosotros.
Se aplica a todos en la tierra. Aquí para el pecador hay una vida de placer
egoísta, pecado e incertidumbre: "sin Cristo y sin esperanza en este mundo".
Para el hijo de Dios "Aquí"
es nuestro lugar de esperanza y testimonio. El lugar donde llegamos a conocer a
Dios y a su Hijo, y donde aprendemos sus caminos y su amor.
Aquí es
también un lugar de dolor, pruebas, problemas y dificultades y, a veces, soledad.
Aquí, experimentamos angustia, lágrimas y tristeza. Aquí no tenemos ciudad permanente. Es
una escena que pronto desaparece, se desvanece, pasa. Nuestro tiempo es corto.
El Señor viene en cualquier momento para sacarnos de Aquí, para llevarnos allá. Él dijo: "Donde yo esté, estaréis vosotros
también estéis”.
Allí
(Apocalipsis 22: 5)
"Allí no habrá mas noche". Qué contraste. Esto nos dice de la
reunión con el Salvador en esa casa más allá del cielo. Allí veremos su rostro. Allí
cantaremos Sus alabanzas con las miríadas de los redimidos. Allí se borran todas las lágrimas, y no
hay noche allí. Nada se interpondrá entre nuestras almas y Él mismo. Sin
pecado, nada para oscurecer o nublar la escena. Allí es, alegría, adoración y alabanza por toda la eternidad. No
habrá separación, porque el último enemigo ha sido destruido. Estaremos allí debido a esa maravillosa gracia de
Dios que dio a su único Hijo para comprar nuestro perdón en la cruz del
Calvario. Allí Su sangre preciosa
será el tema interminable de la acción de gracias, adoración y alabanzas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario