NOTAS
EN LA EPISTOLA A LOS EFESIOS.
El Hogar Cristiano.
Efesios 6: 1- 9.
El apóstol ya ha descrito las
relaciones entre los dirigentes de la casa, el marido y la esposa. Ahora pasa a
los hijos:
Obediencia es lo que se espera naturalmente. El Señor se queja de
su pueblo: “crie hijos y los engrandeci, y ellos se rebelaron contra mi” (Isaías 1: 2). Lacas es de los
padres y son el capitán del buque familiar.
Honor v.2, significa la sumisión y la atención que corresponde a
nuestros seres queridos que nos han
criado con amor, ternura, y disciplina
para nuestro bien (Hebreos 12:9). El mal hijo se portara mal en todas las
relaciones de la vida.
Luego los padres ¡Cuantas
sabiduría precisan! Tiene un deber
negativo: no provocar. Esto quiere decir que no hay que formar una lista interminable de reglas y no
dejarles ninguna libertad. No hay tener el caballo siempre ensillado.
Tiene un deber positivo: entrenarlos bien y siempre en el temor de Dios.
Finalmente los siervos y los
amos. A los primeros exhorta en mostrar fidelidad y un espíritu voluntario; a
los patrones, que tenga consideración, justicia, y serenidad en el trato de sus
empleados.
NOTAS
EN LA EPISTOLA A LOS EFESIOS.
La Armadura Cristiana.
Efesios 6: 10-24.
Varias veces se refiere el apóstol
Pablo a la vida cristiana como milicia en una gran campaña. A los
Tesalonicenses exhorta a que se pongan “la cota de fe y amor” 1 Tesa. 5:8); a
Timoteo anima que pelee “la buena batalla de la fe” (1 Tim 6:12); y cuando su
propia vida toca a su fin, dice: “He peleado la buena batalla” (2 Tim 4:7).
Pero como es conflicto “contra
principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de
este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”.
Las armas tiene que se sobrenaturales (Véase 2 Cor 10:4).
Tenemos la lista de “toda la armadura
de Dios” en los versículos 14-18; desde la cabeza (el yelmo de la salvación)
hasta los pies (el apresto del evangelio de paz), estamos protegidos.
Además tenemos las armaduras ofensivas
de la espada del Espíritu (la Palabra de Dios) y la oración que es cañón de
largo alcance de veras. Este gran privilegio de interceder a favor de otros,
abarca a “todos los santos” (v.18). Pero también puede limitarse a un solo
siervo de Dios con peticiones muy especificas con el fin de progresar el
evangelio (v.19), y así apresurar la derrota final y completa de las huestes de
Satanás, (Apoc. 20:8-10).