jueves, 24 de diciembre de 2020

¿Qué dice la Biblia respecto a la iriología?

 

¿Qué dice la Biblia respecto a la iriología?

por David Logacho

Algunos dicen que es un maravilloso «don de Dios » y no hay que despreciarlo e imputarlo al diablo y citan Mateo 6:22 que dice: «La lámpara del cuerpo es el ojo», para apoyar esta práctica. Hermanos, mi pregunta es sencilla ¿Qué dice la Biblia respecto a esto?

Al igual que usted, mi conocimiento sobre la iriología se limita a lo que he encontrado en Internet, de modo que me limitaré a compartir con usted mis hallazgos. La iriología pretende realizar un diagnóstico de las enfermedades mediante la observación del iris del ojo. Según sus proponentes, cada órgano del cuerpo y cada función psíquica están representados por una zona del iris. Estas zonas o «campos orgánicos» están representados en un mapa del iris. «No es solamente el cuerpo «material» el que está proyectado en el iris, sino también el cuerpo energético» HYPERLINK «http://www.corazones.org/apologetica/practicas/» \l «1» 1. Quien estudie las claves de estos campos podría descubrir las enfermedades del paciente y hacer un diagnóstico. «De la misma manera que toda huella digital difiere de un individuo a otro, no existen dos iris que sean semejantes. Para practicar la iriología es necesario conocer tres cosas:

1.- La topografía del iris;

2.- su textura;

3.- su coloración.» 1

En cuanto al origen, el médico húngaro, Ignaz Péczely, escribió en 1880 la «introducción al estudio del diagnóstico de los ojos». Pero ya había antecedentes. Se dice que sus orígenes se remontan a los egipcios en el siglo IV antes de Cristo. Quienes lo practican suelen llamarse iriólogos, homeópatas, acupuntores o naturópatas. Pero muchos lo practican sin título. Según una página web de iriología: «en Estados Unidos hay al presente más de 18.000 médicos iriólogos (sin contar los practicantes de la salud no médicos, que son cada vez más numerosos)».

Estos pueden lucir como profesionales y utilizar computadoras para hacer sus análisis. ¿Qué dice la medicina? Estudios científicos demuestran que la iriología no es una ciencia. El Doctor Stephen Barrett, M.D. llama a esta práctica un «nonsense» o algo sin sentido. Veamos algunos de los estudios que se han hecho: En 1979 Bernard Jensen y otros dos iriólogos fallaron en una prueba científica en la que  examinaron las fotografías de los ojos de 143 personas para determinar cuales tenían problemas de riñones. Ninguno de los tres iriólogos fue capaz de detectar que pacientes tenían enfermedad de riñones y quienes estaban sanos. Por ejemplo, uno de los iriólogos decidió que el 88% de los pacientes sanos estaban enfermos.

Otro iriólogo diagnosticó como saludables a 74% de los pacientes que estaban tan enfermos que necesitaban riñones artificiales. En 1980, un experimentado iriólogo australiano fue sometido a dos pruebas. En la primera examinó las fotos de 15 pacientes que habían sido ya evaluados médicamente y tenían un total de 33 problemas de salud.

El iriólogo no diagnosticó ninguno de estos problemas. En tres casos logró nombrar al menos una parte del cuerpo que había tenido problemas pero falló completamente en los otros 30 e hizo 60 diagnósticos incorrectos.

En una segunda prueba los ojos de cuatro personas fueron fotografiados cuando tenían buena salud y de nuevo cuando se declararon enfermos. El iriólogo hizo un gran número de diagnósticos incorrectos basado en las primeras fotos y no fue capaz de identificar con precisión ningún órgano que hubiera tenido un cambio cuando surgió el problema de salud. También se le pidió que comparase dos fotos del iris de una persona saludable, tomadas en un lapso de dos minutos. Hizo cinco diagnósticos incorrectos para la primera foto y cuatro diagnósticos diferentes, también incorrectos, sobre la segunda foto.

En 1998, Eugene Emery, escritor de ciencia para el Providence Journal, puso a prueba la habilidad de dos practicantes de iriología. Ambos tuvieron muy pobres resultados. Hasta aquí lo que he encontrado en Internet en cuanto a la iriología. Si se asume que esta información es verídica no sería aconsejable que un creyente recurra a un iriólogo no por alguna razón espiritual sino para evitar caer en un posible engaño. Sin embargo, me gustaría hacer una observación en cuanto a esto que Mateo 6:22 apoya la iriología. Permítame leer el pasaje bíblico en Mateo 6:19-24 para tomar en cuenta el contexto. La Biblia dice: “No os hagáis tesoros en la tierra,  donde la polilla y el orín corrompen,  y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo,  donde ni la polilla ni el orín corrompen,  y donde ladrones no minan ni hurtan.  Porque donde esté vuestro tesoro,  allí estará también vuestro corazón. La lámpara del cuerpo es el ojo;  así que,  si tu ojo es bueno,  todo tu cuerpo estará lleno de luz; pero si tu ojo es maligno,  todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que,  si la luz que en ti hay es tinieblas,  ¿cuántas no serán las mismas tinieblas? Ninguno puede servir a dos señores;  porque o aborrecerá al uno y amará al otro,  o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas”.

El pasaje bíblico claramente tiene que ver con lo necio de hacernos tesoros en la tierra y lo sabio de hacernos tesoros en el cielo. El pasaje bíblico no está hablando de medicina. Cuando en el texto dice que la lámpara del cuerpo es el ojo, no está hablando de que el iris del ojo indica el estado de salud del individuo.

De lo que está hablando el texto es la forma de ver la riqueza indica el estado espiritual de un individuo. Si un individuo ve a la riqueza como su meta máxima en la vida, entonces su estado espiritual es tinieblas, está totalmente perdido, pero si ese individuo ve a la riqueza como Dios la ve, es decir, simplemente como un medio para honrar a Dios por medio de ella, entonces su estado espiritual es luz, está bien espiritualmente.

Una cosa es que yo posea riqueza para honrar a Dios por medio de ella, otra muy diferente que la riqueza me posea a mí para deshonrar a Dios por medio de ella. No se puede servir a Dios y a las riquezas.

Levítico 18:14. ¿Se aplica esto sólo a los judíos o a toda persona?

 

Levítico 18:14. ¿Se aplica esto sólo a los judíos o a toda persona?

por David Logacho

Demos lectura al texto en Levítico 18:14. Dice así: “La desnudez del hermano de tu padre no descubrirás; no llegarás a su mujer; es mujer del hermano de tu padre.”

Este texto es parte de un extenso pasaje del libro de Levítico, prácticamente todo el capítulo 18, en el cual se establece las leyes relativas a las prácticas sexuales, con la finalidad de evitar lo que era comúnmente aceptado entre los pueblos paganos que moraban en la tierra que Dios prometió a Israel. Estas leyes fueron por tanto obligatorias para el pueblo de Israel. Más aún, si alguien entre el pueblo de Israel desobedecía cualquiera de estas leyes, era castigado con la muerte.

Note lo que dice Levítico 18:29. “Porque cualquiera que hiciere alguna de todas estas abominaciones, las personas que las hicieren serán cortadas de entre su pueblo.” Ahora bien, en este caso, por tratarse de un asunto de índole moral, lo que Dios ordenó a su pueblo Israel, es bueno también para cualquier otro pueblo de la tierra. Es como con el adulterio. Dios ordena a su pueblo Israel que no cometa adulterio, pero este mandato es bueno también para cualquier otro pueblo.

Veamos por tanto, qué es lo que prohíbe Levítico 18:14. Hablando a una mujer del pueblo de Israel, la ley le prohíbe que descubra la desnudez del hermano de su padre. Esto es una manera de decir: Es prohibido que una mujer de Israel tenga relaciones sexuales con un tío por parte de padre. Además, hablando a un hombre del pueblo de Israel, la ley le prohíbe que se llegue a la mujer que es esposa de su tío por parte de padre, es decir a su tía política. Un judío no debía jamás pensar siquiera en tener relaciones sexuales con su tía política.

En esencia entonces, la voluntad de Dios es que una mujer judía no se una sexualmente con su tío por parte de padre y que un hombre judío no se una sexualmente con su tía política, la esposa de su tío por parte de padre. Esto es lo que la ley de Moisés ordenaba al pueblo de Israel, pero es bueno también para cualquier pueblo.

Siempre será malo a los ojos de Dios que una mujer tenga relaciones sexuales con su tío por parte de padre, y siempre será malo a los ojos de Dios que un hombre tenga relaciones sexuales con su tía política, con la esposa de su tío por parte de padre. Las cosas que Dios ordenó a su pueblo Israel, en el área moral, son buenas también para cualquier otro pueblo.

¿Qué es el pecado de muerte y del pecado que no sea de muerte?

¿Qué es el  pecado de muerte y del pecado que no sea de muerte?

por David Logacho

Cuando la Biblia habla del pecado de muerte y del pecado que no sea de muerte, lo hace en el contexto de la necesidad de orar conforme a la voluntad de Dios. Leamos lo que dice el texto en  1 Juan 5:14-17 “Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho. Si alguno viere a su hermano cometer pecado que no sea de muerte, pedirá, y Dios le dará vida; esto es para los que cometen pecado que no sea de muerte. Hay pecado de muerte, por el cual yo no digo que se pida. Toda injusticia es pecado; pero hay pecado no de muerte.”

Los creyentes deben tener absoluta certeza de que Dios oye y contesta la oración, siempre y cuando esta oración sea hecha conforme a su voluntad. Orar conforme a la voluntad de Dios significa orar de acuerdo con lo que a Dios le gustaría, no de acuerdo con lo que a nosotros nos gustaría o de acuerdo a lo que nosotros quisiéramos que Dios haga a nuestro favor. Para que Dios responda las oraciones es también necesario que obedezcamos sus mandamientos y evitemos el pecado. Salmo 66:18 dice: “Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, el Señor no me habría escuchado.” Por el hecho que un genuino creyente conoce la palabra de Dios y hace las cosas que a Dios le agradan, no procurará imponer su voluntad sobre la voluntad de Dios, sino que buscará siempre orar según los deseos o la voluntad de Dios.

Es en esta coyuntura que a manera de ilustración Juan introduce el asunto del pecado que no sea de muerte y del pecado de muerte. La frase que se ha traducido como “pecado que no sea de muerte” en la versión Reina Valera, es la frase “jamartían mé prós thánaton” la cual también pudo haber sido traducida como “pecado que no lleva, o no conduce a la muerte”. De igual manera, la frase que se ha traducido como “pecado de muerte” en la versión Reina Valera, la frase jamartía prós thánaton”, se pudo haber traducido como “pecado que lleva o conduce a la muerte”

Al hablar de pecado de muerte, estamos refiriéndonos por tanto a determinado pecado, el cual no se especifica, que hace, o lleva, o conduce a que el creyente que lo comete tenga que morir físicamente. No todo pecado que comete el creyente tiene este desenlace fatal, por eso Juan tiene toda la razón al afirmar que toda injusticia es pecado, pero hay pecado no de muerte. El pecado no de muerte, tiene que ver entonces con un pecado que comete el creyente que no hace o lleva, o conduce a que muera físicamente el creyente que lo comete. También en este caso, no se especifica cuál es el pecado que no lleva a la muerte.

Así que, el pecado de muerte, o el pecado que lleva o conduce a la muerte puede ser cualquier pecado premeditado y no confesado que comete un genuino creyente, por el cual Dios determina la muerte física de ese creyente como una medida de disciplina.

No se trata de un pecado en particular como la homosexualidad o la mentira, etc., sino cualquier pecado que, por decirlo así, es la última gota que hace derramar el agua del vaso, en el criterio de Dios. Sólo Dios sabe qué pecado para cada creyente en particular y en qué momento se ha llegado a colmar su medida. Es ampliamente conocido, que la falla en confesar un pecado y apartarse de él por parte de un genuino creyente, perfectamente puede acarrear la muerte física como castigo de parte de Dios.

Eso fue lo que aconteció con Ananías y Safira, según el relato que aparece en Hechos 5:1-11 donde dice: “Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una heredad, y sustrajo del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo sólo una parte, la puso a los pies de los apóstoles. Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? Y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios. Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró. Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron. Y levantándose los jóvenes, lo envolvieron, y sacándolo, lo sepultaron. Pasado un lapso como de tres horas, sucedió que entró su mujer, no sabiendo lo que había acontecido. Entonces Pedro le dijo: Dime, ¿vendiste en tanto la heredad? Y ella dijo: Sí, en tanto. Y Pedro le dijo: ¿Por qué convinisteis en tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los pies de los que han sepultado a tu marido, y te sacarán a ti. Al instante ella cayó a los pies de él, y expiró; y cuando entraron los jóvenes, la hallaron muerta; y la sacaron, y la sepultaron junto a su marido. Y vino gran temor sobre toda la iglesia, y sobre todos los que oyeron estas cosas.”

Este es justamente un pecado que lleva a la muerte. Para Ananías y Safira fue la mentira cuando trataron de engañar a los apóstoles fingiendo que estaban entregando todo el monto de lo que recibieron al vender su propiedad, cuando a sabiendas, estaban entregando sólo una parte.

Ninguna oración intercesora será efectiva en aquellos creyentes que han cometido ese pecado que colmó la medida de Dios. La disciplina de Dios con la muerte física en este caso es inevitable, por cuanto Dios busca preservar la santidad en su iglesia. Esto es lo que la Biblia enseña acerca del pecado de muerte y el pecado que no sea de muerte.

 

 

miércoles, 23 de diciembre de 2020

¿Cómo se debe interpretar Isaías 65:25? ¿Es literal o alegórico?

 

¿Cómo se debe interpretar Isaías 65:25? ¿Es literal o alegórico?

Isaías 65:25 es el último versículo del pasaje bíblico que comienza en Isaías 65:17, en el cual, en forma profética, se nos provee de una descripción de lo que será el reino milenial, el cual durará mil años, tendrá lugar en la tierra y Jesucristo glorificado será su Rey. Entre las características de este reino, las cuales aparecen en este pasaje bíblico, tenemos que Jerusalén, la capital del reino, se convertirá en una fuente de gozo mundial, en lugar de lo que es hoy, fuente de pesar y preocupación mundial, por la cantidad de atentados terroristas que allí ocurren. La gente que more en esta tierra durante el milenio gozará de larga vida. Habrá paz y seguridad y la naturaleza toda, será transformada.

En otros pasajes de la Biblia se puede encontrar otras características del reino milenial. Con todo esto en mente, leamos el texto que es materia de su consulta. Se encuentra en Isaías 65:25 que dice: “El lobo y el cordero serán apacentados juntos, y el león comerá paja como el buey; y el polvo será alimento de la serpiente. No afligirán, ni harán mal en todo mi santo monte, dijo Jehová.” Una regla básica de interpretación bíblica, aboga por la interpretación literal, esto es, dando a cada palabra el significado común y corriente en la comunicación de su época. La única salvedad a esta regla de interpretación bíblica, es cuando al entender las palabras en su sentido literal, la frase arroja una idea ilógica.

En este caso, las palabras deberían entenderse en un sentido metafórico. Por ejemplo. Cuando Jesús en Juan 10:9 dice: Yo soy la puerta. Si entendemos la palabra puerta en su sentido literal, nuestra mente se hará la idea de que Jesús es eso, una puerta, como las que dividen los ambientes en nuestras casas. Algo ilógico. Jesús es una persona, no una puerta. Por tanto, es necesario entender la palabra puerta en un sentido metafórico. Cuando Jesús dice que él es la puerta, está dando a entender que él es la única manera de entrar a la salvación. Lo que resta del versículo en Juan 10:9 lo confirma. Jesús dijo: El que por mí entrare, será salvo.

Aplicando el principio de interpretación literal al texto en Isaías 65:25, cuando habla de lobo, se debe entender literalmente, es decir el animal conocido como lobo. Cuando habla de cordero, se debe entender literalmente, es decir, el animal conocido como cordero. Así por el estilo, con todos los demás animales que se mencionan en el texto. Cuando se entiende las palabras en su sentido literal, el significado del texto no comunica a la mente ninguna idea ilógica, por tanto no hay razón alguna para interpretar el texto en ninguna otra forma que no sea la literal.

Por tanto, en el reino milenial, la naturaleza toda será transformada radicalmente. Los animales depredadores, como el lobo y el león, ya no se alimentarán de la carne de otros animales, sino que se volverán herbívoros. Comerán pasto. Por eso, no habrá problema para que los lobos y los corderos sean apacentados juntos. Tampoco habrá problema para que los leones y los bueyes sean apacentados juntos. Los animales que representaban algún peligro al hombre, dejarán de ser peligrosos. En el milenio no se hablará jamás de serpientes venenosas, o arañas venenosas, etc. Ningún animal será motivo de aflicción ni para los demás animales ni para los seres humanos. Esto es lo que está diciendo el texto.

¿Cuál es la diferencia entre el Reino de los Cielos, el Reino de Dios, y el Reino de Jesucristo en la tierra?

 

¿Cuál es la diferencia entre el Reino de los Cielos, el Reino de Dios, y el Reino de Jesucristo en la tierra?

por David Logacho

La frase “reino de los cielos” aparece única y exclusivamente en el evangelio según Mateo. Mientras que la frase “reino de Dios” aparece en los cuatro evangelios. En esencia, reino de los cielos es sinónimo de reino de Dios. Todo lo que se afirma sobre el reino de los cielos se afirma también sobre el reino de Dios.

Por ejemplo, note lo que dijo Jesús, según Mateo 19:24: “Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos.” A versículo seguido, Jesús ratifica lo dicho, pero ponga atención a las palabras que usa. Mateo 19:24 dice: “Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios

La conclusión obvia es que reino de los cielos es sinónimo de reino de Dios. De modo que al explicar el significado de reino de los cielos, estamos también explicando el significado de reino de Dios. El reino de los cielos es la esfera en la cual se reconoce la soberanía y autoridad de Dios. La palabra cielos se utiliza para denotar a Dios. Esto no es extraño en la Biblia, porque por ejemplo, en Daniel 4:25 se habla del dominio del Altísimo, y en el versículo siguiente, Daniel 4:26 se habla del dominio del cielo. Al hablar de cielo, entonces se está dando a entender que se está hablando de Dios.

En cualquier lugar donde la gente se somete a la autoridad o al gobierno de Dios, allí está presente el reino de Dios. Ahora bien, hay dos aspectos del reino de los cielos. En su sentido más amplio, incluye a todo aquel que profesa reconocer a Dios como soberano y supremo gobernante. Pero en su sentido restringido incluye solamente a los genuinos creyentes. La única manera de entrar al reino de los cielos en su sentido restringido es mediante la fe al recibir a Jesucristo como Salvador. Mateo 18:3 dice: “De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.”

La Biblia declara varias cosas acerca del reino de los cielos o del reino de Dios.

Primero, el reino de los cielos fue profetizado en el Antiguo Testamento. Daniel predijo que Dios establecerá un reino que jamás será destruido y jamás será dejado a otro pueblo. Observe lo que dice Daniel 2:44 “Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, si será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre” El profeta Daniel también predijo la venida de Cristo para ejercer dominio eterno que nunca será destruido. Daniel 7:13-14 dice: “Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía un como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido.”

Segundo, el reino de los cielos fue proclamado por Juan el Bautista, Jesús y los doce, como algo que estaba cercano. Note lo que dijo Juan el Bautista, según Mateo 3:1-2 “En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.” Ahora note lo que dijo Jesús, según Mateo 4:17 “Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.” Cuando los doce fueron enviados, tenían que predicar un mensaje idéntico al que predicó Juan el Bautista y Jesús. Mateo 10:7 dice: “Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado.” Más tarde, ya en pleno apogeo del ministerio de Jesús en la tierra, Jesús habló de que el reino de los cielos estaba ya presente. Ponga atención a lo que dice Mateo 12:28, son palabras de Jesús. “Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios”

Tercero, el reino de los cielos entró a una fase que podríamos llamar intermedia. Después que Jesús fue rechazado como Rey por la nación de Israel, el Rey retornó al cielo. A partir de ese momento, aún cuando el Rey está ausente físicamente, el reino de los cielos existe en los corazones de todos los que le hemos recibido como Salvador, reconocemos su señorío y vivimos a la luz de sus mandatos. Esta fase intermedia del reino de los cielos ha sido descrita por medio de parábolas en el capítulo 13 de Mateo.

Cuarto, en lo futuro tendrá lugar la manifestación plena del reino de los cielos. Esto ocurrirá en lo que se conoce como el milenio, un reino literal en la tierra, en el cual Jesucristo será el Rey. Hablando de este tiempo, Jesús dijo lo siguiente, según Mateo 8:11 “Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos.”

Quinto, el reino de los cielos entrará a su estado eterno, al final del reino milenial. De esto habla 2 Pedro 1:11 donde dice: “Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.”

En resumen, reino de los cielos es sinónimo de reino de Dios. Fue profetizado en el Antiguo Testamento, estuvo cercano en la fase inicial del ministerio de Jesús en la tierra, estuvo presente mientras Jesús manifestada sus credenciales como Rey de Israel, entró a una fase intermedia, cuando Israel rechazó a Jesús como su Rey y una vez muerto y resucitado, volvió a la gloria de su Padre, se manifestará plenamente cuando Jesús venga por segunda ve a la tierra a reinar por mil años, en lo que se conoce como el reino milenial, y se transformará en un reino eterno al final del reinado milenial. Note que el reino de Jesucristo en la tierra, en lo que se conoce como el reino milenial, es una faceta solamente de lo que se conoce como el reino de los cielos o el reino de Dios.

Serie: Mandamiento Bíblico

Estos son los animales que comeréis,   no comeréis éstos:”, v. 2-3. Levítico 11. 1-8, 43-47; 1 Timoteo 4, 3-4. Leer. En Levítico 11 tene...