miércoles, 24 de julio de 2019

Muerte por Inanición

Muerte por Inanición.

El organismo humano requiere un alto porcentaje de vitaminas y minerales para poder subsistir y estar capacitado para cumplir todo un ritmo de actividades de una forma eficaz y precisa. Estas vitaminas y minerales se encuentran en los alimentos que ingerimos diariamente, porque de lo contrario el cuerpo iría debilitándose hasta el punto en que se produciría la muerte por Inanición.

Esto debe llevarnos a la reflexión en cuanto al alimento diario que necesita nuestra alma. Ese alimento es la Palabra de Dios. “Vivifícame según tu palabra” Salmo 119:25.
Fue la sabia petición del salmista, al encontrarse sin fuerzas y abatido por las adversidades de la vida. “Susténtame conforme a tu palabra, y viviré” Salmo 119:116.
Todas  estas experiencias de aquellos hombres de Dios nos enseñan que nuestra alma necesita a diario una suficiente porción de alimento de la Palabra de Dios. Si por el contrario descuidamos su lectura y meditación diaria, corremos el peligro de que muramos por falta de alimento espiritual, o seamos creyentes enfermizos espiritualmente, sin fuerzas para resistir los ataques del enemigo.

Sigamos el consejo del Señor: “Escudriñad las Escrituras”, Juan 5: 39, y atendamos la exhortación  que nos dice: “La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría” Colosenses 3:16.
Esta abundancia de la Palabra de Dios en nosotros, nos recuerda la necesidad de ingerir la variedad adecuada de alimento para nutrir nuestro cuerpo. De la misma manera, un aprecio más devocional a la Palabra de Dios nos traerá inmensos beneficios espirituales.

Tomado del folleto: Mensajes de Aliento, Paz y Acción.
Miguel. A. Nieto, noviembre 1981


EL ENTUSIASMO.

La etimología de esta palabra es muy hermosa, significa “Teniendo a Dios dentro”, En muchos casos es así, pues nada da mayor vigor al espíritu humano que un contacto real con Dios. Los grandes héroes de la fe han sido grandes entusiastas. Pero  podemos decir que hay falsos entusiasmo, cuando la presencia de Dios ha sido reemplazad por la voluntad propia.

EL AMOR DEL SEÑOR.

“Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,” Apocalipsis 1:5.

Interesante saber que la frase “nos amo”, en original griego esta escrita en tiempo presente “nos ama” Cuando leemos en Juan 3:16 “Porque de tal manera amo Dios al mundo”, entendemos que allí el amor de Dios se nos presenta semejante al que siente el padre por su hijo desobediente y contumaz; pero una vez que el hombre a aceptado a Cristo como su Salvador, en virtud de lo cual se ha convertido en un hijo de Dios, el Señor LE AMA (tiempo presente) con mucho regocijo y alegría, porque un hijo perdido ha vuelto al hogar. 


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