martes, 28 de abril de 2020

“Imitadores de Dios. Efesios 5: 1-14


NOTAS EN LA EPISTOLA A LOS EFESIOS.
“Imitadores de Dios. Efesios 5: 1-14.
Después de exhortarlos a la benignidad, misericordia y perdón (4:32), dice que Dios es el gran ejemplo de estas virtudes, como también el Señor enseña que tenemos que asemejarnos al Padre (Lucas 6:36). Todo es cuestión del amor que debería imprimir sus marcas en todo proceder del cristiano, #como Cristo nos amo”. Este amor se amor se manifestara:
·         En nuestra conducta, v.3, no afectada por las impurezas de las practicas generales alrededor, ni por el espíritu egoísta y avaro que caracteriza al mundo.
·         En nuestra conversación, v.4, las palabras torpes, sucias y necias de los mundanos no llamaran la atención del creyente y mucho menos le servirán de ejemplo “viveza”.
·         En nuestro carácter, v.5, los que practican las cosas mencionadas arriba, tendrán inevitablemente su carácter formado según ellas: son en efecto idolatras, dando su culto a las cosas del mundo mas bien que a Dios. Al contrario de lo que aparece en los versículos 3-7, el hijo de Dios tiene que aprobar lo que es agradable al Señor (v.10), andando en luz con el (v.8), y dará fruto de bondad, justicia, y verdad (v.9), en vez de quedar sin fruto (v.11).



NOTAS EN LA EPISTOLA A LOS EFESIOS.
La Plenitud del Espíritu. Efesios 5: 15-33.
En el capitulo 3:19 de esta epístola tenemos mención de “toda la plenitud de Dios”, el punto culminante de todo conocimiento cristiano alcanzado por conocer el amor de Cristo.
En capitulo 4:13, leemos de “la medida  … de la plenitud de Cristo”, la plena exposición de la unidad de la fe, alcanzada por el conocimiento del Hijo de Dios.
Ahora aquí (5:18) tenemos la plenitud del Espíritu, “sed llenos del Espíritu”. Ahora esta plenitud se exhibe, no por extraños excesos en nuestro comportamiento, sino en mayor ocupación con el Señor Jesucristo y más celo en su servicio.
(Véase el Libro de los Hechos y los varias llenuras del Espíritu dados allí). Esta gran realidad entrara  también en nuestra vida familiar y nos afectara en todas sus relaciones. Es un pensamiento asombroso que las relaciones entre los maridos y sus esposas deberían ser el fiel reflejo de la relación de Cristo y la iglesia:
·         La sumisión amorosa de la esposa por un lado (v. 22.24),
·         el amor, el interés y cuidado por parte del marido (v. 25-29).
“Con respecto a Cristo  y a la Iglesia”: unión, intimidad y amor (v.32).

lunes, 27 de abril de 2020

Diferencia Fundamental. Efesios 4: 17 - 32


NOTAS EN LA EPISTOLA A LOS EFESIOS.
Diferencia Fundamental. Efesios 4: 17 - 32.
Los que pertenecen a Dios, salvados por Cristo y habitados por el Espíritu Santo, tiene que manifestar una transformación tan grande en su manera de ser y andar que la distinción entre el mundo y la iglesia se vera enseguida. Notaremos el estado del hombre natural:
La vanidad de su sentido (v.17), su modo de hacer frente a todos los sucesos de la vida.
Entendimiento entenebrecido (v.18) – “el hombre natural no percibe las cosas de Dios”, (1 Cor. 2:14).
Ajenos a la vida de Dios (v.18), “muertos en sus delitos y pecados”
La ignorancia que en ellos hay (v.18), Hay muchas cosas que “ignoran voluntariamente” (2 Pedro 3:5); y la ignorancia afecta la vida (1 Pedro 1:14).
Tiene dureza de corazón (v.18). La persistencia de tal conducta produce indiferencia a las cosas de Dios.
Tiene la conciencia insensible (v.19);ni siquiera discierne entre el bien y el mal.
Toda suerte de impureza (v.19): un progreso terrible y un destino inevitable.
Luego habla del nuevo hombre (v.24) que es benigno, misericordioso, perdonador (v.32), habla la verdad y edifica (v25, 29).
Vistámonos ¿Cómo? Renovando nuestra mente con la verdad y no contristando al Espíritu Santo (vs 23,30, 31)

Los Dones del Cristo Glorificado. Efesios 4:1 – 16.


NOTAS EN LA EPISTOLA A LOS EFESIOS.
Los Dones del Cristo Glorificado. Efesios 4:1 – 16.
Nuestra porción se divide en tres párrafos:
La vocación (vs 1-2) se menciona en varias partes. Es: a. Soberana (o para arriba) en Filipenses 3:14; b. Celestial, como se expresa en Hebreos 3:1; c. De esperanza, como vemos en Efesios 1:18; 4:4.
La unidad del Espíritu (vs 3-6) consta de siete partes, culminando en “un Dios y Padre”, el cual es “sobre todas las cosas”, en su dominio; “por todas las cosas”, en su presencia; y “en todos vosotros, en su manifestación.
Los dones dados por Cristo (vs 7-16). Notaremos tres cosas:
La base de estos dones es la muerte y resurrección de Cristo, el que, habiendo descendido y subido, tiene dominio en todas las esferas: tiene autoridad y poder para dar lo que quiere (véase Mateo 28:18-20 y Juan 17:2).
La variedad de estos dones (v.11):los apóstoles y profetas tenemos hoy con nosotros en el Nuevo Testamento. Los evangelista van afuera de la iglesia; los pastores visitan en las casas de los de la iglesia, y los maestros enseñan dentro de la iglesia.
El objeto de estos dones se describe en los versículos 11 al 16, es el crecimiento en Cristo.

Segunda Oración de Pablo. Efesios 3:14- 21.


NOTAS EN LA EPISTOLA A LOS EFESIOS.
Segunda Oración de Pablo. Efesios 3:14- 21.
La primera oración en esta epístola (1:17-23) se dirige al “Dios del Señor Jesucristo” (1:17), esta se dirige al “Padre de nuestro Señor Jesucristo” (v.14); es el Padre que da nombres a los miembros de la familia y dispone de ellos.
En capitulo 1:7 leemos de ”las riquezas de su gracia”, las que nos procura “la redención de los pecados”; pero aquí (v.16) leemos de “las riquezas de su gloria”, en virtud de las cuales podemos recibir:
Potencia para corroborar el hombre interior por el Espíritu.
Experiencia de la realidad de Cristo en el corazón del creyente, es el ministerio del Espíritu (Juan 16:14).
Comprensión de las cuatros dimensiones del plan inmenso de Dio: su alcance, su duración, la hondura donde saca y la altura adonde nos lleva. Para semejante conocimiento se precisa el conjunto del número de todos los santos (v.18).
Llenura de la plenitud de Dios (v.19). Así vemos que el trabajo del Espíritu nos conduce al aprecio del Señor Jesucristo, y el conocimiento del amor de Cristo nos conduce a Dios mismo en plena satisfacción.


El Misterio de Cristo. Efesios 3:1 – 13.


NOTAS EN LA EPISTOLA A LOS EFESIOS.
El Misterio de Cristo. Efesios 3:1 – 13.
Como ya hemos tenido ocasión de observar, un misterio es algo escondido en los propósitos de Dios pero revelado en el tiempo oportuno, (v.5). Ahora, no fue ningún misterio que el Mesías había de venir y que las naciones en general recibirían bendición por causa de El (Isa 42:6; 49:6; 60:3), pero no habría una compañía completamente nueva, en la que los gentiles tuviesen la igualdad de condición con los judíos, esto no fue revelado hasta después de la muerte y resurrección de nuestro Señor. El versículo 6 analiza el nuevo estado de cosas en el evangelio:
 Son coherederos, no de la heredad terrenal de Canaán, sino de la herencia de la cual el Espíritu Santo es la arras (1:14) son bendiciones celestiales.
Son miembros del mismo cuerpo (incorporados), teniendo unión orgánica con Cristo la Cabeza y con todo otro miembro de ese cuerpo.
Son coparticipes de las promesas en Cristo, consocios de un contrato donde figuran “todas las promesas de Dios” (2 Cor. 1:20). Pablo escribe para que entiendan “la dispensación del misterio” (v.9), dando a conocer “la determinación eterna de Dios (v.11).

viernes, 24 de abril de 2020


 NOTAS EN LA EPISTOLA A LOS EFESIOS.
Una Salvación Completa. Efesios 2:1 al 10.
El apóstol aquí nos dice que tenemos libertad en tres sentidos: del  mundo, del príncipe de la potestad en el aire, y de la carne (vs 2,3); también nos hacer ver que esta salvación abarca tres tiempos:
TIEMPO PASADO, dos veces habla de “otro tiempo”: a- “anduvisteis conforme a la condición de este mundo, y después dice que el  poder dominante es el de Satanás. Hay un contraste entre capitulo 1:20, donde leemos de la potencia que obro en Cristo, y el Capitulo 2:2, donde leemos del espíritu que obra en los hijos de desobediencia. b- “Nosotros también vivimos … en los deseos de nuestra carne” (v3),¡Que historia tan triste se nos muestra! “como los demás”, “hijos de ira” siendo el juicio el fin lógico de nuestro estado natural.
TIEMPO PRESENTE. a- “nos dio vida” vida espiritual y eterna,  b-“nos resucito” separándonos así de la  compañía de los muertos, c- “nos hizo sentar”, glorificándonos en sus propósitos. (Compárese Romanos 8:30).
TIEMPOFUTURO. Nos hace monumentos de su gracia para magnificar la gloria de su bondad por los siglos de la eternidad.
Continuara.



NOTAS EN LA EPISTOLA A LOS EFESIOS.
ANTES LEJOS, AHORA CERCANOS. Efesios 2: 11 al 22.
En el curso de la historia de Israel se ve desarrollada la idea de la cercanía de Dios.
·        En Éxodo 33:21 hay una persona hecha cercana;
·        En Números 16:4 – 10 hay un tribu hecha cercana a Dios;
·        En Salmo 148:14,hay un pueblo cercano a Dios.
 Así se reconoce que los gentiles están lejos de Dios, “sin Dios en el mundo” como se expresa en el versículo  12 Pero en Isaías 57:19 hay un mensaje para los lejanos y los cercanos, y la profecía se cumple en Cristo (v.13), el que es nuestra paz; cuya misión es hacer la paz (v.15); cuyo evangelio anuncia la paz (v.17),  tanto a los lejanos como a los cercanos. De manera que en la dispensación de la gracia de Dios, la diferencia entre judíos y gentil esta abolida:
·        Todos tiene la misma ciudadanía, v.19.
·        Todos pertenecen a la misma familia, v.19.
·        Todos están en el mismo fundamento de los apóstoles y profetas (v.20), siendo Cristo el punto de unión entre los dos, la principal piedra del ángulo.
·        Todos forman “la morada de Dios en Espíritu” (v.22), un templo espiritual para la gloria eterna del Señor.
Continuara.


ANTES LEJOS, AHORA CERCANOS. Efesios 2: 11 al 22


NOTAS EN LA EPISTOLA A LOS EFESIOS.
ANTES LEJOS, AHORA CERCANOS. Efesios 2: 11 al 22.
En el curso de la historia de Israel se ve desarrollada la idea de la cercanía de Dios.
·        En Éxodo 33:21 hay una persona hecha cercana;
·        En Números 16:4 – 10 hay un tribu hecha cercana a Dios;
·        En Salmo 148:14,hay un pueblo cercano a Dios.
 Así se reconoce que los gentiles están lejos de Dios, “sin Dios en el mundo” como se expresa en el versículo  12 Pero en Isaías 57:19 hay un mensaje para los lejanos y los cercanos, y la profecía se cumple en Cristo (v.13), el que es nuestra paz; cuya misión es hacer la paz (v.15); cuyo evangelio anuncia la paz (v.17),  tanto a los lejanos como a los cercanos. De manera que en la dispensación de la gracia de Dios, la diferencia entre judíos y gentil esta abolida:
·        Todos tiene la misma ciudadanía, v.19.
·        Todos pertenecen a la misma familia, v.19.
·        Todos están en el mismo fundamento de los apóstoles y profetas (v.20), siendo Cristo el punto de unión entre los dos, la principal piedra del ángulo.
·        Todos forman “la morada de Dios en Espíritu” (v.22), un templo espiritual para la gloria eterna del Señor.
Continuara.


Una Salvación Completa. Efesios 2:1 al 10.


 NOTAS EN LA EPISTOLA A LOS EFESIOS.
Una Salvación Completa. Efesios 2:1 al 10.
El apóstol aquí nos dice que tenemos libertad en tres sentidos: del  mundo, del príncipe de la potestad en el aire, y de la carne (vs 2,3); también nos hacer ver que esta salvación abarca tres tiempos:
TIEMPO PASADO, dos veces habla de “otro tiempo”: a- “anduvisteis conforme a la condición de este mundo, y después dice que el  poder dominante es el de Satanás. Hay un contraste entre capitulo 1:20, donde leemos de la potencia que obro en Cristo, y el Capitulo 2:2, donde leemos del espíritu que obra en los hijos de desobediencia. b- “Nosotros también vivimos … en los deseos de nuestra carne” (v3),¡Que historia tan triste se nos muestra! “como los demás”, “hijos de ira” siendo el juicio el fin lógico de nuestro estado natural.
TIEMPO PRESENTE. a- “nos dio vida” vida espiritual y eterna,  b-“nos resucito” separándonos así de la  compañía de los muertos, c- “nos hizo sentar”, glorificándonos en sus propósitos. (Compárese Romanos 8:30).
TIEMPO FUTURO. Nos hace monumentos de su gracia para magnificar la gloria de su bondad por los siglos de la eternidad.
Continuara.


Revelaciones Abundantes. Efesios 1: 15-23


NOTAS EN LA EPISTOLA A LOS EFESIOS.
Revelaciones Abundantes.  Efesios 1: 15-23.
Notamos enseguida el alto plano de las peticiones del apóstol a favor de los creyentes en Éfeso:
1.    Se dirige a Dios como “Padre de gloria” (Compárese Hechos 7:2, Dios de gloria)lo que desea es que algunos rayos de su gloria ilumine a los creyentes.
2.    Solicita  a su favor “espíritu de sabiduría y de revelación”, no solamente nuevos horizontes que se abran delante de ellos, sino una nueva apreciación de las visiones concedidas por Dios.
3.    Y esto pide “para que su conocimiento”, o como se lee en el margen “en el conocimiento de Él”. El conocimiento de Dios se obtiene por conocer más de nuestro Señor Jesucristo (véase Juan 17:3; 1:18).
4.    Esta trascendental experiencia viene por “la operación del poder de su fuerza”. La que tuvo su mayor expresión en la resurrección del Señor de  entre los muertos. Pero no se ve solamente de donde fue sacado Cristo, sino adonde fue ensalzado, su posición de soberanía en todo lugar, en toda jerarquía, y en toda su época.
5.    Y en esta manifestación de poder, la iglesia está asociada con él, como el cuerpo está unido orgánicamente con la cabeza.
Continuara.


jueves, 23 de abril de 2020

NOTAS BREVES EN LA ESPISTOLA A LOS EFESIOS.

Propósitos Divinos. Efesios 1: 1 al 14.
Se podría llamar Efesios la epístola de la voluntad de Dios. Cuatros veces en  esta porción tenemos mencionad oeste magnifico tema:
1.    “Apóstol … por la voluntad de Dios”, v.1. Pablo se presenta en sus varios escritos inspirados en tal forma que da a conocer el carácter de la epístola. (Compárese Gálatas 1:1 y Filipenses 1:1, etc.). Y aquí su apostolado está relacionado con la voluntad de Dios.
2.    “Según el puro afecto de su voluntad”, v.5; haciendo alusión a nuestra predestinación que no tiene ningún motivo en nosotros sino solamente en el corazón amante de Dios.
3.    dándonos a conocer el misterio de su voluntad”, v.9; Un misterio en las Escrituras no significa algo “misterioso” e incomprensible, sino un secreto no revelado en otro tiempos (Romanos 16:25). Aquí se refiere al glorioso plan de “hacer llegar a su punto culminante” (reunir) todas las cosas en Cristo (v.10). No tenemos esto en el Antiguo Testamento, le vemos como Rey en la nación  de Israel, extendiendo su dominio universalmente, pero aquí la idea es trascendental.
4.    según el designio (consejo) de su voluntad”, los intentos divinos, eternos e infinitos en su alcance.

 Continuara

Dar a Dios con propiedad



Vamos a considerar en 1° Corintios 16, versículos 1 a 4.
Una de las metas que tenía Pablo para su tercer viaje misionero fue levantar fondos para ayudar económicamente a los creyentes pobres de Jerusalén. Romanos 15:25-26 nos habla de esto: «Mas ahora voy a Jerusalén para ministrar a los santos. Porque Macedonia y Acaya tuvieron a bien hacer una ofrenda para los pobres que hay entre los santos que están en Jerusalén
Esto permitió a Pablo dejar importantes principios que rigen el dar, no sólo para ayudar a los pobres, sino para satisfacer las necesidades de la iglesia en general. Si una iglesia está interesada en saber cómo se debe ser el dar al Señor, es necesario que ponga mucha atención en esos principios que Pablo ha dejado. Esto también nos debe hacer pensar, en que el dar, debe ser muy importante para Dios, como para que haya dejado tantos principios que debemos seguir, sin embargo, es triste que muchos de nosotros, tomamos el dar tan ligeramente, pensando que solamente es cuestión de meter la mano al bolsillo, sacar unas cuantas monedas y depositarlas en el plato de la ofrenda.
Miremos con atención a los principios para el dar que Pablo nos deja en el pasaje bíblico que tenemos para nuestro estudio de hoy. 1 Corintios 16:1-4 dice: «En cuanto a la ofrenda para los santos, haced también vosotros de la manera que ordené en las iglesias de Galacia. Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas. Y cuando haya llegado, a quien hubiereis designado por carta, a éstos enviaré para que lleven vuestro donativo a Jerusalén. Y si fuere propio que yo también vaya, irán conmigo.»
En este pasaje bíblico encontramos algunos principios que rigen el dar.
Primero, tenemos que reconocer que al ofrendar somos el medio para que Dios supla determinada necesidad. Los santos de Jerusalén estaban atravesando por profunda pobreza. A lo mejor esta pobreza fue el resultado de una hambruna que por esa época se abatió sobre Judea, o tal vez por la persecución que estaban padeciendo los creyentes en Judea. En todo caso, entre los creyentes de Jerusalén había gran necesidad. Dios sabía lo que estaba pasando y es natural que Dios trate de suplir esa necesidad.
Dios tiene a su disposición todos los medios imaginables para suplir esa necesidad, hasta podría hacer que lluevan billetes, pero en su gracia maravillosa, da a los creyentes la oportunidad de satisfacer la necesidad de otros creyentes y de la iglesia en general. Cada vez que entregamos una ofrenda, bien sea a la iglesia local, o a un ministerio, o a una persona en necesidad, estamos siendo instrumentos de Dios para satisfacer determinada necesidad. Dar es por tanto un privilegio. Pablo había dado instrucciones sobre cómo contribuir a ese fondo de ayuda a los necesitados en algunos lugares donde había estado, como en Galacia, por ejemplo, y está por entregar las mismas instrucciones a los creyentes de Corinto.
En segundo lugar, el dar es un acto de adoración. Cada creyente que se reunía en la iglesia en Corinto debía venir a la reunión dominical preparado para dar su porción de esa semana. La iglesia primitiva se reunía el primer día de la semana, no el séptimo día de la semana. ¿Por qué? Pues, en conmemoración de la resurrección de Cristo. Recuerde que Cristo resucitó en un primer día de la semana. También en conmemoración de la venida del Espíritu Santo sobre la iglesia. Recuerde que el Espíritu Santo descendió por primera vez con poder sobre la iglesia, el día de Pentecostés, que coincide con el primer día de la semana.
Es muy lamentable notar que una buena porción de los creyentes entrega sus ofrendas por obligación y olvida que la ofrenda es en realidad un sacrificio acepto que se entrega en adoración al Señor. Filipenses 4:18 dice al respecto: «Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia; estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis; olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios» Dar debe ser un acto de adoración a nuestro Salvador resucitado y ascendido. Así como disponemos el corazón con anticipación para adorar al Señor en el culto dominical, también debemos disponer el bolsillo con anticipación para adorar al Señor en el culto dominical por medio de dar la ofrenda.
En tercer lugar, el dar debe ser sistemático. El texto habla de: «cada primer día de la semana». Eso significa: Cada domingo. No era cuestión de que un domingo si, otro domingo tal vez, otro domingo no, otro domingo si, etc. Pablo quería que como resultado de esta manera sistemática de dar, se tenga listo el fondo para la iglesia de Jerusalén, de modo que cuando Pablo llegue a Corinto, no sea necesario volverse locos para completar el fondo para la iglesia de Jerusalén. Si los creyentes practicaran el principio de ofrendar sistemáticamente, la iglesia no tendría que padecer necesidad como ocurre con tanta frecuencia.
En cuarto lugar, el dar debe ser personal e individual. Cada uno de vosotros, dice el texto. Como en cualquier iglesia local, en la iglesia en Corinto había creyentes ricos, creyentes ni tan ricos ni tan pobres y creyentes pobres. Sin embargo, cada uno de los creyentes debía dar algo al Señor. De esto aprendemos que el privilegio de dar no es sólo para ricos, sino también para los pobres. No estoy diciendo que todos los creyentes deben dar la misma cantidad, sino que todos los creyentes deben dar algo.
En quinto lugar, el dar debe ser proporcionado. En relación con el cuánto se debe dar, el Nuevo Testamento simplemente dice: Según haya prosperado. Esto significa en proporción directa a lo que el Señor haya dado al creyente. Los creyentes que tienen más, darán más, los creyentes que tienen menos darán menos. Jesús alabó a una viuda pobre que dio dos blancas, pero bien pudo haber condenado a un rico que hubiera dado dos blancas, porque no está dando conforme a lo que ha prosperado. En otra parte del Nuevo Testamento, se instruye a dar como se ha propuesto en el corazón. Note que no se fija determinado porcentaje, sino que se deja abierta la posibilidad para que el creyente sea tan generoso como quiera. Lo menos que se debería dar, tal vez sea el popular diezmo, pero lo deseable sería que alguien dé el 15, o el 20 o el 30 o el 50 o el 90 por ciento de sus ingresos. A más porcentaje, más promesa de bendición. 2 Corintios 9:6 dice: «Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.»
En sexto lugar, el dar debe ser preparado con anticipación. El texto dice: Ponga aparte algo. Durante la semana, el creyente debe ir apartando lo que va a entregar como ofrenda el domingo, de modo que el momento de recoger la ofrenda, no se vea en la obligación de decidir en ese instante cuánto va a dar. Con demasiada frecuencia se ve en las iglesias locales, una total falta de preparación de la ofrenda que se va a entregar al Señor, al punto que inclusive algunos creyentes se atreven a solicitar cambio. Usted sabe, quieren dan un dólar, pero tienen sólo un billete de cinco dólares. Pues ponen el billete de cinco dólares y demandan cuatro dólares de cambio. ¡Qué vergüenza! ¡Qué falta de preparación! Es preferible no dar a hacer este ridículo.
En séptimo lugar, el dinero que se recoge debe ser manejado con absoluta honestidad. Después de los problemas de inmoralidad sexual, los problemas más comunes en las iglesias locales son los de malos manejos del dinero que los creyentes entregan como ofrenda. Pero note lo que Pablo recomendó a los creyentes en la iglesia de Corinto. Debían guardar el dinero que recogían.
Esto significa poner en un lugar seguro, de modo que nadie que no esté autorizado, tenga acceso a ese fondo. Por otro lado, Pablo habla de que la iglesia de Corinto debía designar por carta, a los que iban a llevar el donativo a Jerusalén. Inclusive, si fuera propio, Pablo estaba dispuesto a formar parte de ese grupo. Esto habla de un manejo diligente y transparente de los fondos de la iglesia. Siempre será riesgoso que sea una sola persona quien maneje los fondos de una iglesia. Debe haber más de una, por la elemental razón de seguridad de todos.
El diablo es muy astuto para incentivar la codicia aun en los creyentes más maduros. Para evitar sorpresas desagradables hace falta tener un buen sistema de contabilidad, para saber cuánto se recibe, cuánto se gasta, cuánto es el saldo. Los líderes son los que establecen un presupuesto y aprueban los gastos que sobrepasan determinado nivel, pero es aconsejable que sean los diáconos quienes se encarguen de administrar la ofrenda de la iglesia. Como habrá notado, lo que se da a la iglesia en calidad de ofrenda, demanda que se sigan al menos estos principios fundamentales. Si se violan estos principios, la iglesia local siempre vivirá en necesidad y los creyentes perderán la bendición resultante de dar al Señor como él se merece.


martes, 14 de abril de 2020

¿Cómo se debe ofrendar?


Veamos cuáles son los principios que el Nuevo Testamento provee acerca de ofrendar. Para ello, permítame citar el texto en 2 Corintios 9:7. La Biblia dice: Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza,  ni por necesidad,  porque Dios ama al dador alegre.
En primer lugar, la ofrenda es un privilegio de todos y cada uno de los creyentes.Cada uno dé”; No sólo de los ricos, no sólo de los creyentes que llevan años en el evangelio, no sólo de los maduros en la fe. Una de las primeras cosas que todo creyente debe aprender tan pronto recibe al Señor Jesucristo como Salvador, es justamente ofrendar.
En segundo lugar, la ofrenda debe ser como se haya propuesto en el corazón. “como propuso en el corazón”; Esto significa que el ofrendar es un asunto privado, en el cual interviene única y exclusivamente el que ofrenda y Dios.
Además, es un asunto premeditado, o decidido con anticipación. Nadie debería ofrendar impulsivamente como lamentablemente muchos de nosotros hicimos en el pasado o seguimos haciendo en el presente. Me refiero a esto de dar al Señor como ofrenda lo que se nos ocurre el instante que se está recogiendo la ofrenda. No debe ser así. Lo que se ofrenda al Señor debe ser un asunto planificado con anticipación, el resultado de un acuerdo previo con el Señor. Ningún creyente debería ir al culto dominical sin saber de antemano cuánto va a ofrendar al Señor.  
En tercer lugar, la tristeza no debe tener parte cuando se ofrenda. El texto en 2 Corintios 9:7 dice textualmente: No con tristeza. Cuando se entiende que ofrendar es un privilegio que beneficia más al que ofrenda que a quien recibe esa ofrenda, no hay lugar para el pesar, o la queja o la incomodidad.  El texto en 2 Corintios 9:7 dice que “Dios ama al dador alegre”. Si no es con alegría es mejor no ofrendar al Señor.
En cuarto lugar, el ofrendar no debe ser por necesidad. ¿Qué significa esto? Pues simplemente significa que nadie debe sentirse obligado a ofrendar, así como también, nadie debería obligar a otros a ofrendar.
                                    
El quinto principio es necesario considerar el texto que encuentra en 1 Corintios 16:2. La Biblia dice: “Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo,  según haya prosperado,  guardándolo,  para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas”.
La ofrenda debe ser parte de lo que se realiza durante el culto dominical en una iglesia local. La Biblia da evidencia en cuanto a que la ofrenda es parte de la adoración al Señor.  
Finalmente, en sexto lugar, la ofrenda debe ser proporcional a lo que se haya prosperado. La cantidad que se debe ofrendar es: según, o conforme haya prosperado. El Nuevo Testamento no establece una cantidad fija, o un porcentaje determinado para ofrendar al Señor. La cantidad es voluntaria, tomando en cuenta lo que se haya prosperado.
En el Antiguo Testamento, los judíos estaban obligados por la Ley de Moisés a dar dos diezmos completos y un tercer diezmo cada tres años. Es decir que la ley de Moisés obligaba a devolver a Dios un poco más que el 23% de lo que se ha prosperado. La pregunta que yo siempre me hago a mí mismo es la siguiente: Si bajo la ley daban al Señor más del 23% de sus ganancias, hoy que vivimos bajo la gracia, algo mucho mejor que bajo la ley, ¿deberíamos estar dando menos que ellos?


“Alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas”.


“Alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas”. (Isaías 54: 2)
Alex Dryburgh, Ontario
La mayoría de los cristianos conocen y disfrutan la verdad de Isaías 53. Menos conocen y disfrutan de la verdad de Isaías 54. Si no hubiera existido Isaías 53, entonces no habría existido Isaías 54.
La verdad de esas siete palabras, “Alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas", nos gustaría rastrear en los evangelios, en los Hechos de los Apóstoles y luego en las epístolas.
Cuando pensamos en alargar las cuerdas, estamos pensando en predicar el evangelio. Cuando pensamos en reforzar lo que está en juego, estamos pensando en ministrar la palabra. Habiendo estado en asambleas por 49 años, uno mira hacia atrás y piensa en asambleas que alargaron las cuerdas, pero no reforzaron las estacas. También podemos pensar en asambleas que reforzaron las estacas pero no alargaron las cuerdas. Ambos son malos balances, porque Dios odia la holgura y la legalidad.
Aumenta el tamaño de las cuerdas.
Se ha dicho a menudo, pero aún debe repetirse: "Si no evangelizamos, nos fosilizaremos." En el evangelio de Marcos vemos la verdad de alargar las cuerdas. "Vete a casa con tus amigos" (Marcos 5: 19). Vaya por el pueblo "(Marcos 11: 2) 'Vaya a la ciudad" (Marcos 14:13). "Vaya por todo el mundo" (Marcos 16:15). Recuerde, Dios lo hará No enviemos a un hombre a través del mar antes de enviarlo al otro lado de la calle. Al considerar la comisión, no solo tenemos la idea de alargar las cuerdas, sino que también tenemos la verdad de reforzar las estacas. Tenemos que hacer discípulos Predicando, y tenemos que marcarlos por el Bautismo, luego los moldeamos por la Enseñanza.
Cuando nos acercamos a los Hechos de los Apóstoles y cuando pensamos en la iglesia primitiva, tenemos la idea de alargar las cuerdas y reforzar las estacas. La iglesia primitiva era una iglesia de oración. No solo oraron, sino que predicaron. "No dejaron de enseñar y predicar que Jesús era el Cristo". Así alargaron las cuerdas. Pero también reforzaron las apuestas. Perseverando firmemente en la doctrina de los apóstoles y la comunión, en el partimiento del pan y en las oraciones.

El apóstol Pablo fue un hombre que no solo alargó las cuerdas sino que también reforzó las estacas. Al venir a Roma su deseo era que pudiera tener fruto entre ellos. Aquí tenemos la idea de alargar las cuerdas.
Luego agrega ' Porque deseo veros, para comunicaros algún don espiritual, a fin de que seáis confirmados; " Romanos 1:11, lo que conlleva el pensamiento de reforzar lo que está en juego.
Pablo habla de que él mismo es un predicador y un apóstol, que transmite el pensamiento de alargamiento de Las cuerdas. Luego agrega "un maestro" que indica la idea de reforzar las estacas. Esas dos verdades se ven bellamente en Hechos 20. Él habla acerca de testificar a los judíos y los griegos, el arrepentimiento a Dios y la fe en el Señor Jesucristo. Para testificar del evangelio de la gracia de Dios, Pablo también nos dice en ese capítulo que él es puro de la sangre de todos los hombres.
Así que en estos versos vemos el pensamiento de alargar las cuerdas. En el mismo capítulo, Pablo dice: “porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios”. (20:27). También dice: " Por tanto, velad, acordándoos que por tres años, de noche y de día, no he cesado de amonestar con lágrimas a cada uno" (20:31). Y en estos versos tenemos la idea de reforzar las estacas.
Pablo era un hombre que tenía ambición. En un mundo donde los hombres son ambiciosos por la fama, el poder y la riqueza, Pablo era ambicioso por tres cosas:
1.    Por tanto procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables”. (2 Cor. 5: 9).
2.    " Y por esto procuro tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres." (Hechos 24:16).
3.    " Y de esta manera me esforcé a predicar el evangelio, no donde Cristo ya hubiese sido nombrado, para no edificar sobre fundamento ajeno" (Rom. 15:20).
Entonces, en las ambiciones de vida de Pablo, lo vemos alargando las cuerdas y reforzando las estacas.
Cuando consideramos la Iglesia de los tesalonicenses, vemos una asamblea que alargó las cuerdas. "Porque partiendo de vosotros ha sido divulgada la palabra del Señor, no sólo en Macedonia y Acaya, sino que también en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido, de modo que nosotros no tenemos necesidad de hablar nada;" (1 Tes. 1: 8). Alargaron las cuerdas, pero también las vemos como una iglesia que está esperando, trabajando, caminando y luchando, por lo que también reforzaron las estacas.
Las asambleas de hoy necesitan hombres con una carga. No sirve de nada hablar con los pecadores si no tienes una carga por sus almas. Pablo dice: " ciertamente el anhelo de mi corazón, y mi oración a Dios por Israel, es para salvación.". Romanos 10:1. No tiene sentido hablar con los santos si usted no tiene una carga. Los hombres que necesitamos en la plataforma son hombres que tienen algo que decir, no hombres que quieren decir algo.
Necesitamos hombres de comportamiento, hombres como José, que se comportaron piadosamente; hombres como David, que se comportaron sabiamente; hombres como Jacob, que se comportaban de manera principesca; y hombres como Pablo, Silas y Timoteo, de los cuales se dice: "Con cuánta santidad, justicia e iniquidad nos comportamos entre ustedes que creen".
Necesitamos hombres de belleza. No la belleza de la cara, sino la belleza de los pies. " ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!" (Romanos 10:15).
Necesitamos hombres de equilibrio en nuestras asambleas. "Alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas".


Características de nuestro dar al Señor



Honrar al Señor con los bienes y con las primicias de todos nuestros frutos es sin duda algo muy importante para el Señor. Sólo así se explica la cantidad de enseñanza que contiene la Biblia sobre este asunto. El dar al Señor es una muestra de la sinceridad de nuestro amor al Señor y a los amados del Señor. También, dar al Señor es una muestra de que tenemos en orden nuestras prioridades. En otras palabras, que el dinero y los bienes materiales en general no son lo más importante en nuestra vida.
Notemos que debemos dar al Señor periódicamente y planificadamente.
1 Corintios 16:2 dice: Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas.
Como antecedente debemos indicar que la iglesia de Corinto reconoció la necesidad por la cual estaban atravesando los creyentes de Judea y como iglesia decidieron levantar fondos para socorrer al necesitado. Pablo, el apóstol, está dando instrucciones sobre cómo realizar este trabajo de levantar estos fondos. Con esto en mente dice en la primera parte del versículo leído: “Cada primer día de la semana, cada uno de vosotros ponga aparte algo”.
La idea es que dar al Señor no debería ser algo esporádico, sino algo periódico y muy bien planificado. El dar al Señor debe hacerse cada Domingo. El Domingo es el día que el Señor ha señalado para hacer las cuentas de los ingresos económicos y determinar la cantidad a dar, conforme se haya prosperado. Este fondo debe ser puesto aparte para no tocarlo sino el momento que se lo deposite en el fondo de ofrendas en la iglesia. Las Escrituras no hablan mucho de lo que el creyente debe hacer en los días Domingo, excepto que debe reunirse con otros creyentes en adoración al Señor y poner aparte su ofrenda para depositarla en el fondo de ofrendas en la iglesia.
Aunque no debemos convertirnos en ritualistas en esto de dar al Señor cada primer día de la semana, tampoco debemos tratar este asunto con ligereza. Se trata de un mandamiento del Señor al cual debemos prestar toda la atención posible. Además, el primer día de la semana ofrece una mejor ocasión para que, apartados de las distracciones y deberes de la semana, reflexionemos más clara y cuidadosamente sobre este asunto importante.
Así que, el dar al Señor no es cuestión de meter la mano al bolsillo el momento que se va recoger la ofrenda y depositar lo que salga en el fondo de ofrenda. Desgraciadamente siempre sale el billete o la moneda de menor valor. Los billetes o monedas de mayor valor tienen una extraña habilidad para escabullirse en la billetera o en el bolsillo. Cuesta mucho localizarlos, tomarlos y sacarlos para entregarlos en la ofrenda. El dar al Señor debe ser algo planificado con anterioridad cada primer día de la semana, de modo que en el bolsillo designado se ponga solamente lo que hemos acordado dar al Señor.
De esta manera no será necesario mirar de reojo a la billetera para pescar algún billete, y peor aun pedir cambio a la persona que está recogiendo la ofrenda. Esto no es sino falta de planificación oportuna para este importante acto de adoración al Señor. Permítame también recalcar sobre el hecho de poner aparte algo, lo cual leímos hace poco. Esto significa un acto consciente por el cual delante del Señor decimos: Dios, tú me has prosperado de esta manera, aquí está lo que es tuyo. Lo pongo aparte y no lo voy a volver a tocar hasta que sea el momento para depositarlo  donde se recoge la ofrenda. Esto evitará el error tan frecuente de pedir un préstamo, entre comillas, al Señor para satisfacer alguna necesidad urgente.
El dinero que es del Señor y que ha sido puesto aparte, es sagrado. Pertenece al Señor. No podemos gastarlo en satisfacer nuestras necesidades por más urgentes que sean. Cuidado con ser hallados robando algo que pertenece al Señor. Además de dar al Señor periódicamente y planificadamente, debemos dar al Señor proporcionadamente. Esto tiene que ver con la cantidad que vamos a dar al Señor. En 1 Corintios 16:2 leímos que cada primer día de la semana cada uno de nosotros tenemos que poner aparte algo, según hayamos prosperado.
El autor Charles Ryrie explica este asunto de esta manera, y lo cito textualmente. Dice así: NO se halla regla fija y firme sobre la cantidad en los principios del Nuevo Testamento sobre el dar. Eso constituye un claro contraste con las normas del Antiguo Testamento que requería dar el diezmo de todo a los levitas, según se ve en Levítico 27:30-33, quienes a su vez, entregaban el diezmo de lo que recibían a los sacerdotes. Además, los judíos entendían que un segundo diezmo, que era la décima parte de las nueve restantes, tenía que ponerse aparte y consumirse en una comida sagrada en Jerusalén según Deuteronomio 14:22-26. Mas aún, cada tercer año, debía entregarse otro diezmo para los levitas, extranjeros huérfanos y viudas, según Deuteronomio 14:27-29.
De este modo, la proporción quedaba claramente establecida y cada israelita estaba obligado a entregar al Señor aproximadamente el 23% de sus ingresos anuales. En contraste con esto, el Nuevo Testamento dice simplemente “según haya prosperado” Esto puede significa un 8 o 12 o 20 o 50 o 100 por ciento, cualquier porcentaje según el caso individual.
Puede también significar una proporción variable de año a año, porque no hay razón para creer que la proporción conveniente de un año haya de ser la misma para el año próximo. Cuando llega la prosperidad, como sucede a muchos creyentes, debe emplearse para dar más y no necesariamente para comprar más cosas. Cada vez que el creyente da, ha de reflexionar sobre la bendición del Señor en su vida y determinar la proporción que, a su vez, debe devolver al Señor.
La variación de la proporción significa justamente eso, no un mero aumento o disminución de la cantidad que se da, sino un cambio en la proporción de lo que uno ha recibido. Hasta aquí la cita de este autor. Yo simplemente añado esto, amable oyente: Si en el Antiguo Testamento, cada israelita estaba obligado, entiéndase bien, obligado, a entregar al Señor un mínimo del 23 % según lo que ha dicho este autor, ¿podemos nosotros conformarnos con dar solamente un 10% y pensar que con eso ya hemos hecho más que suficiente?
La respuesta la tiene usted, y tengo también la mía. La historia de la iglesia tanto en el lejano pasado como en lo no tan lejano, registra numerosos casos de este principio. Permítame compartir algo que ocurrió no hace mucho tiempo. A la edad de 16 años, un joven llamado William salió de su casa en busca de fortuna. Todas sus posesiones cabían en un atado que lo llevaba a la mano. En su caminar hacia la gran metrópoli de New York se encontró con un viejo capitán de marina. William le contó que su padre era muy pobre para seguir manteniéndole en casa y que por eso se había visto forzado a salir y que lo único que sabía hacer era jabón y velas. Al oír esto, el viejo marinero se arrodilló allí mismo y clamó al Señor por la vida de este joven. Luego le dio este consejo: Alguien muy pronto llegará a ser el líder la fabricación de jabón en New York. Podrías ser tú o podría ser algún otro. Sé un buen hombre, rinde tu corazón al Señor, devuelve al Señor todo lo que a él le pertenece, fabrica el mejor jabón que puedas, véndelo a un precio justo y con el peso justo y estoy seguro que serás un hombre rico y próspero.

Ya en New York, el joven recordaba las palabras del viejo marinero y aunque no tenía nada y estaba solo, buscó una iglesia para congregarse. Del primer dólar que ganó dio el 10% al Señor. Consiguió empleo en una fábrica de jabón. Pronto se volvió socio de la fábrica. Más tarde llegó a ser el único dueño de la industria.
Fabricaba buen jabón, lo vendía al precio justo y el peso justo y dio instrucciones precisas a su contador para que abra una cuenta bancaria y deposite en ella la 10% de todas sus ganancias para el Señor. El negocio prosperó increíblemente y ya no apartaba para el Señor el 10% sino el 20%, luego el 30% y así sucesivamente hasta que finalmente se encontró dando al Señor todas sus ganancias. Esta es la historia de William Colgate, quien ha dado millones de dólares para la obra del Señor. Esto es dar proporcionadamente según se haya prosperado.

Serie: Mandamiento Bíblico

Estos son los animales que comeréis,   no comeréis éstos:”, v. 2-3. Levítico 11. 1-8, 43-47; 1 Timoteo 4, 3-4. Leer. En Levítico 11 tene...