Personajes del Antiguo Testamento. N° 28.
Héctor Alves, 1896-1978.
Parte de una serie publicada mayormente
en los años 1970 en la revista Truth & Tidings
Parte de una serie publicada mayormente
en los años 1970 en la revista Truth & Tidings
Itai, fiel seguidor de David
Itai era un hombre de
excepcional fidelidad a David, como se observa en sus palabras a éste en su
rechazamiento: "Viva Dios ... que para muerte o para vida, donde mi señor
el rey estuviere, allí estará también su siervo", 2 Samuel 15.21. El
Antiguo Testamento no registra ninguna expresión de lealtad mayor que esta. Nos
hace recordar a otro gentil, Rut la moabita, quien le dijo a su suegra, 300
años antes de esto: "Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada
... que sólo la muerte hará separación entre nosotras dos".
Absalón había
rebelado contra su padre y David tuvo que huir por su vida, acompañado de
seguidores fieles. Dijeron: "Tus siervos están listos a todo lo que
nuestro señor el rey decida". Entre estos había seiscientos que vinieron
de Gat, donde él había estado en exilio, para apoyarlo. Es evidente que había
ganado sus corazones. Se ha afirmado a menudo que Itai era su líder, pero la Escritura no lo dice, y
dudamos que haya sido uno de aquellos que "iban delante del rey".
Había otro Itai en el ejército de David, descrito en 1 Crónicas 11.31 como
benjamita valiente. El Itai de 2 Samuel 15 era nuevo en el ejército, ya que
David le dijo: "ayer viniste", no queriendo decir el día antes, sino
en fecha reciente.
Su fe en Dios es
evidente. "Viva Dios", o expresiones equivalentes, se encuentran
quizás veinte veces en las Escrituras, y han resonado a lo largo de los siglos.
En toda dispensación la realidad de un Dios viviente ha sido el recurso de los
piadosos. Itai emplea la expresión para consolar a David, y por venir de los
labios de un gentil tendría mucho efecto sobre el rey rechazado. Itai agregó,
"y vive mi señor el rey", haciéndole recordar a David del cuidado de
Dios para con él, aun cuando a menudo su vida estaba en peligro.
También es evidente
su entera devoción a David. "... donde mi señor el rey estuviere, allí
estará también su siervo". Estaba resulto; nada se interpondría entre él y
el rey. 1 Samuel 18.1 al 4 describe la devoción de Jonatán a David – "lo
amó Jonatán como a sí mismo" – pero el 20.42 relata que cuando David se
marchó, Jonatán fue a la ciudad; no quería comunión con David en su
rechazamiento. 2 Samuel 19 cuenta que Mefi-boset no podía tener comunión con
David en esa coyuntura porque su siervo lo engañó.
En el caso de Itai,
él no quería nada sino la comunión con David en su rechazamiento. A menudo se
citan sus palabras como "o para vida o para muerte", pero dijo,
"o para muerte o para vida", etc. Estaba preparado para lo peor;
moriría donde muriera David, o al ser éste restaurado al trono, se regocijaría
con él.
Tercera, es evidente
su disposición a servir. Por alguna razón David intentó disuadir a Itai:
"¿Para qué vienes tú también con nosotros? Vuélvete y quédate con el rey;
porque tú eres extranjero, y desterrado también de tu lugar. ¿He de hacer hoy
que te mueves para ir con nosotros? En cuanto a mí, yo iré a donde pueda ir;
tú, vuélvete". Quizás el énfasis debe estar sobre la primera tú. ¿David habló de esta manera porque
Itai era mayor en edad y sus días de soldado ya habían pasado? No sabemos, ni
le importaba a Itai. David había ganado su corazón y con David iba a estar.
¿Qué es la lección
para nosotros? Nunca ha sido popular seguir a nuestro Señor rechazado, aun en
círculos donde esto menos se espera. Después de años en el camino al cielo,
Pablo escribió: "... a fin de conocerle ... y la participación de sus
padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte", Filipenses
3.10. Itai no tenía ningún motivo egoísta al seguir a David en su destierro. No
hubiera hablado como Pedro cuando dijo: "Lo hemos dejado todo, y te hemos
seguido; ¿qué, pues, tendremos?" Fue devoción y no beneficio, que le
motivaba a Itai. Su nombre quiere decir "Jehová está cerca".
El galardón para este
hombre se encuentra en las palabras: "Y pasó Itai geteo ... asimismo pasó
el rey", pero la historia no termina allí. Una vez que David había
organizado su tropa en Mahanaim, puso una tercera parte al mando de Joab, otra
tercera parte bajo Abisai y otra bajo Itai. Él valoraba la devoción de este
seguidor y lo honró una vez restaurado a su trono.
Nuestro Señor está
rechazado por ahora, pero si sufrimos aquí reinaremos allí, 2 Timoteo 2.12.
Llevar su reproche ahora seguramente traerá galardón en el día de Cristo.
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