Personajes del Antiguo Testamento. N° 25.
Héctor Alves, 1896-1978.
Parte de una serie publicada mayormente
en los años 1970 en la revista Truth & Tidings
Parte de una serie publicada mayormente
en los años 1970 en la revista Truth & Tidings
Asael, un mártir por David
En el Antiguo
Testamento hay cuatro hombres llamados Asael. Uno era sacerdote, padre de
Jonatán, que vivía en los tiempos de Esdras, Esdras 10.15; uno era levita que
instruía al pueblo en los días de Josafat, 2 Crónicas 17.8; y otro era también
levita y estaba a cargo de los diezmos, 2 Crónicas 31.13. Sabemos poco acerca de estos hombres.
El cuarto es el Asael
que nos interesa aquí. Era el menor de los tres hijos de Sarvia, hermana de
David, y por esto hermano de Abisai y Joab. Mucho menos está registrado acerca
de Asael que de sus hermanos, aunque parece haber estado muy devoto a su tío
desde los días de su rechazamiento.
Casi toda su historia
está en narrada en 2 Samuel capítulo 2, donde su nombre figura ocho veces en
quince versículos.
Era ligero de los
pies como una gacela, v. 18. Terminada la batalla de Gabaón, persiguió a Abner
y lo alcanzó. Este soldado que encabezaba el ejército de Saúl le advirtió al
joven a apartarse, pero Abner no quiso. Más bien, mató a Asael en defensa
propia. Con todo, Joab vengó este acto, v. 31. El Espíritu Santo registra
detalles de este episodio, quizás por ser tristes las circunstancias, y en
particular la muerte de tanto Asael como Abner.
Algunos dirían que
Asael fue temerario en perseguir a Abner, un hombre mayor y soldado de más
experiencia. Se ha sugerido que veía una oportunidad para ganar fama, sabiendo
que era el más veloz de los dos.
No creemos que tenía
las aspiraciones de su hermano mayor, quien, viendo la oportunidad de ser
nombrado general del ejército, fue el primer en matar a los jebuseos. Quizás
Asael pensaba que al aniquilar al comandante de las fuerzas enemigas él pondría
fin a la guerra. Creemos que fue fidelidad a David que lo impulsó a buscar ese
peligro. Sin embargo, se descuidó. Posiblemente subestimaba la habilidad de
Abner, o no se dio cuenta de que su lanza estaba apuntada hacia atrás. Se como
fuere, el enemigo lo sorprendió fatalmente.
Es digno de notar que
en ninguna parte se menciona el padre de estos tres sobrinos ilustres de David.
Siempre son los hijos de Sarvia, una mujer de dotes excepcionales. Posiblemente
los hijos heredaron de ella su celo y fidelidad. Nombró al tercero Asael, que
quiere decir "formado por Dios", y su lealtad a David hace ver que él
cumplió con el sentido de su nombre.
Sin duda Asael estaba
con David en la cueva de Adulam, quizás diez años antes de que su vida
terminara tan trágicamente. Ascendió a ser incluido en los treinta destacados,
y en
1 Crónicas 11.26 figura como el primero de varios valientes. Esto nos hace pensar que hubo otros actos de valor en la vida de Asael.
1 Crónicas 11.26 figura como el primero de varios valientes. Esto nos hace pensar que hubo otros actos de valor en la vida de Asael.
Vemos algo de la
tristeza del triunfo en las palabras de 2 Samuel 2.23: "Todos los que
venían por aquel lugar donde Asael había caído y estaba muerto, se
detenían". Obviamente sentían esa pérdida sorpresiva. Vuelto Joab de
perseguir a Abner, los dolientes de Asael llevaron sus restos al sepulcro de su
padre que estaba en Belén. Joab y sus hombres caminaron todo la noche y
llegaron al amanecer de un día de aflicción al oír que Asael había muerto de
esa manera. Su ha podido decir en esa ocasión lo que fue dicho más adelante
cuando murió Absalón: "Se volvió aquel día la victoria en luto para todo
el pueblo". Asael murió por una buena causa – algunos dirían sin necesidad
de haberlo hecho – y probó su lealtad a David.
Está a su favor lo
dicho de él cuando perseguía a Abner: "siguió sin apartarse ni a la
derecha ni a la izquierda". La muerte suya dio lugar a la de Abner, y por
ende a la consolidación del reino bajo el mando de David.
1 Crónicas 27
contiene una nomina de los capitanes por mes, y nos informa que "el cuarto
jefe para el cuarto mes era Asael". Algunos ven una dificultad aquí,
observando que Asael murió antes de esta asignación de responsabilidad. Pero el
relato acota: "y después de él Zebadías su hijo". Posiblemente la
muerte del padre aportó peso a la prominencia del hijo. En otras palabras,
Asael "muerto, aún habla". Esto es algo que podemos tomar a pecho:
queremos dejar atrás un bien testimonio, un buen ejemplo para los que vienen en
pos. De los tres hijos de Sarvia, el primero y el tercero le dejaron para David
recuerdos gratos.
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