jueves, 2 de julio de 2020

Notas en Genesis 6.


Notas en Genesis 6.

Aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas, que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas. (Gén. 6:1-2)

La frase “hijos de Dios”, y la frase “hijas de los hombres”, en realidad han causado mucha discusión en nuestros días. Usted notará, hermano, que hay muchos hombres que sostienen la tesis de que los hijos de Dios en este pasaje son ángeles. Bueno, personalmente no puedo aceptar esta teoría de ninguna manera.

Reconocemos que hay una gran cantidad de los expositores en nuestros días, sostienen esta teoría. Pero, no se puede aceptar, porque si fueran ángeles, es decir, ángeles buenos, no cometerían este pecado. Y por otra parte, si fueran ángeles malos, no se les llamaría aquí hijos de Dios.

Luego, los hijos, aquí fueron sencillamente hombres. No fueron monstruos. El versículo 4 de este capítulo 6 de Génesis, dice: Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos. Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre. (Gén. 6:4)

No entiendo por qué tantos se imaginan que los hijos aquí fueron gigantes. Dice que había gigantes en la tierra en aquellos días, pero no dice que fueron los hijos.

 Ahora, sí dice que fueron hombres de renombre. Ahora, estos no fueron monstruos, sino simplemente hombres. Pero, creemos que la anotación aquí lo explica con toda claridad que los gigantes estaban en la tierra antes de que tuviera lugar esto. Simplemente significa que fueron individuos sobresalientes.

Un día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, entre los cuales vino también Satanás. (Job 1: 6)
Ahora, esta es una escena en el cielo y ante Dios se presentan los hijos de Dios, criaturas inteligentes por El creadas.

Debemos confesar que conocemos muy poco acerca de ellas. Pienso que son sin número, tan imposible de contar, como la arena del mar. Existe una cantidad inmensa de estos seres que no son humanos. No pertenecen a nuestra raza, pero éstas son criaturas inteligentes creadas por Dios y son responsables ante El.

Ellas tienen que presentarse ante Dios y rendir un informe, digamos, sobre lo que ocurre en la tierra, como asunto de rutina. Y eso es algo, pensamos, que nosotros debemos esperar que suceda. Pero ahora, tenemos aquí  algo que es verdaderamente sorprendente. Se nos dice que entre los cuales – o sea, entre los hijos de Dios – vino también Satanás. ¡Y eso es sorprendente, amigo oyente! Demos un vistazo a la primera parte del versículo 7 de este primer capítulo del libro de Job:
Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? (Job 1: 7a)

De paso diré que él ha llegado a presentar un informe también. Es sorprendente ¿no le parece? ¿Podríamos acaso decir que él llegó desde el infierno? No, él no estaba en ese lugar porque el infierno aún no ha sido abierto.
Ninguna persona se encuentra hoy en el infierno; será abierto sí. Pero en el presente no está abierto, no está en operación sino hasta cuando tenga lugar el milenio aquí en este mundo. Entonces tendrá lugar el gran juicio del Trono Blanco, y el infierno es un lugar que ha sido preparado para el diablo y sus ángeles, pero todavía no se encuentran en ese lugar. En realidad, él tiene tanto acceso a esta tierra como usted y yo, quizá un poco más. Se nos dice que él llegó ante Dios y presentó un informe. En dicho informe menciona a Job.
Stanley R Hernández R.


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