jueves, 19 de abril de 2018

Efesios 3:1-21


Efesios 3:1-13  “EL MISTERIO DE CRISTO”

El lenguaje del primer versículo de nuestra lectura nos hace pensar que Pablo va a orar nuevamente por los lectores de su carta (comp. 1:15,16) y sí lo va a hacer, pero primero insiste en la importancia de lo que acaba de escribir en el capítulo anterior.
Los versículos 9,3 y 5 (en este orden) nos dan una buena explicación de lo que es un misterio. Es algo escondido en los propósitos de Dios, pero revelado en el momento oportuno. No era misterio que el Mesías vendría y traería bendición a todas las naciones; el misterio fue declarado después de la muerte y resurrección de Cristo: habría una compañía totalmente nueva (la iglesia) en la cual judíos y gentiles tendrían igualdad. Por la iglesia, Dios da a conocer al mundo y a los ángeles su multiforme sabiduría.
En vísperas de NAVIDAD podemos pensar que Dios no sólo preparó un cuerpo para que Cristo viviera entre los hombres y muriera por ellos en la cruz; también preparó un cuerpo para que fuera glorificado ante el mundo durante los más de veinte siglos que han transcurrido desde la primera navidad. Ese cuerpo es la iglesia y formamos parte de él.

Efesios 3:14-21  ORACIÓN PIDIENDO AMOR

Es un privilegio escuchar la oración de quien vive cerca de Dios. Aquí podemos conocer al apóstol, saber cuáles eran sus anhelos y aprender lecciones que nos ayudarán a orar. La oración que hemos leído pide:
1. La potencia del Espíritu (v. 16).
2. La presencia de Cristo que se realiza por fe y se experimenta en amor. Entre más conocemos de este amor en experiencia personal, más seremos constreñidos por él en servicio (vs. 17-19).
3. La plenitud de Dios (v. 19). No es una meta inalcanzable; no subestimemos el poder de Dios, al contrario, oremos para ser capaces de entender todo lo que él quiere y puede hacer en nosotros.
Es necesario que Cristo habite por fe en nuestros corazones para que, arraigados y cimentados en amor, podamos conocer las cuatro dimensiones de su amor: (1) Anchura, todo lo que abarca. (2)Longitud, su duración es eterna. (3) Profundidad, hasta dónde desciende: del cielo a Belén, hasta el pecador más vil que lo necesita. (4) Altura, hasta dónde eleva a pecadores como nosotros: a la misma presencia de Dios.
Ciñamos, pues, los lomos de nuestro entendimiento (1 P. 1:13) y pidamos que nuestros ojos sean iluminados (Ef. 1:18) para entender LA VERDAD DE LA NAVIDAD.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Serie: Mandamiento Bíblico

Estos son los animales que comeréis,   no comeréis éstos:”, v. 2-3. Levítico 11. 1-8, 43-47; 1 Timoteo 4, 3-4. Leer. En Levítico 11 tene...