Cesarea es una ciudad de
Israel situada en la costa del Mar Mediterráneo. Hay construcciones antiguas
allí desde los tiempos cuando Felipe el evangelista y Pablo el apóstol
estuvieron. La ciudad es mencionada varias veces en el libro de los Hechos. Hay
un famoso dicho del rey Agripa y precisamente lo dijo en Cesarea.
“Entonces Agripa
dijo a Pablo: Por poco me persuades a ser cristiano” Hechos 26:28
Los deportistas venían de una
excursión en sus kayaks, una pequeña embarcación que es de menor tamaño que una
canoa. Tuvo su origen entre el pueblo esquimal, y sirve como deporte entre los
países lejanos del Ártico. Saqué fotos de los jóvenes que llegaron a la orilla
del Mar Mediterráneo precisamente frente a la parte histórica de Cesarea.
Cesarea está a más de 50 kilómetros al norte de Tel Aviv y es una ciudad
importante en Israel hoy día. Fundada por Herodes el Grande en el 22 antes de
Cristo, fue la sede del gobierno romano por más de quinientos años. Herodes la
reconstruyó y la nombró Cesarea en honor al Emperador César. Los procuradores
romanos usaban la ciudad como su residencia. Se ha encontrado una inscripción
identificando a Poncio Pilato como “prefecto de Judá”. Hoy hay muros y
edificios de los tiemp os de las Cruzadas. El teatro y el enorme acueducto
fueron construidos por Herodes el Grande.
Aunque la ciudad hoy día es
comercial y sus playas son usadas por los deportistas, Cesarea es mencionada
varias veces en el libro de los Hechos. Felipe el evangelista llegó allí
después de su encuentro con el eunuco de Etíope, en Hechos 8:40. Hasta la casa
de Felipe llegó Pablo cuando se dirigía a Jerusalén. Fue allí que Agabo le
advirtió de no subir a Jerusalén por lo que pudiera suceder, en Hechos 9:8-14.
Pedro también anduvo en las calles de Cesarea ya que se vino de Jope en
respuesta a la petición de Cornelio para predicarles el evangelio, en Hechos
10. Cornelio era oficial romano encargado del resguardo de la orden pública en
Cesarea. Herodes Agripa I buscó quietud en Cesarea cuando Pedro se escapó de
sus manos. Después Herodes pronunció un discurso político y “el pueblo aclamaba
gritando: ¡Voz de Dios, y no de hombre! Al mom ento un ángel del Señor le hirió,
por cuanto no dio la gloria a Dios; y expiró comido de gusanos” (Hechos
12:22-23).
Pablo visitó
Cesarea tres veces y en la última, apareció ante Félix, Festo y Agripa. Pidió
tener su caso revisado por César y después de dos años encarcelado fue
embarcado hacia Roma. En nuestra visita a Cesarea, nos sentamos en las gradas
de piedras en el milenario teatro cuya acústica sorprende pues mi cuñado nos
habló con voz natural desde abajo y le escuchamos perfectamente bien. Yo me
detuve para reflexionar sobre Pablo. ¿Acaso Pablo habría predicado allí?
Cesarea obliga a considerar los edificios modernos más allá del área donde está
la parte histórica con sus antiguas instalaciones. Es una ciudad conocida desde
los tiempos de Jesús y los apóstoles. Es impresionante ver la fortaleza
construida por los cruzados y el acueducto. Me pregunté acaso Pablo se habría
bañado en el mar, el mar que hoy permite a los deportistas en kayak practicar
su entretención. Quedé pensando en los Hechos 26 de cuando el rey Agripa dijo a
Pablo: “Por poco me persuades a ser cristiano”. Y Pablo dijo: “¡Quisiera Dios
que por poco o por mucho, no solamente tú, sino también todos los que hoy me
oyen, fueseis hechos tales cual yo soy, excepto estas cadenas!” vv.28-29.
Cesarea escuchó el evangelio en su día y seguramente hay hermanos que hoy hacen
resonar el mismo mensaje. Así es Cesarea, ciudad rica en contrastes. –daj
No hay comentarios.:
Publicar un comentario