Personajes del Antiguo Testamento. N° 12.
Héctor Alves, 1896-1978.
Parte de una serie publicada mayormente
en los años 1970 en la revista Truth & Tidings
Parte de una serie publicada mayormente
en los años 1970 en la revista Truth & Tidings
Jacob en Luz
Jacob se marchó de
casa y pasó la primera noche en Luz, posiblemente la primera vez que estaba
fuera de Beerseba. Era un lugar desolado, solitario y rocoso. Sin duda en su
caminata a Padan-aram, con solo un bastón de compañero, él habrá repasado su
pasado y contemplado su futuro. Solo, cansado, en un ambiente extraño con una
piedra por almohada, él soñó y vio una escalera que estaba apoyada en tierra y
tocaba el cielo.
¡Qué visión para un
hombre deprimido! Le quedaba mucho que aprender de los tres he aquí en esta visión: he aquí una
escalera, he aquí ángeles y he aquí Jehová. Se despertó el feliz soñador y
dijo: "Ciertamente Jehová está en este lugar". Él descubrió que Dios
le había seguido en su despedida de la familia y del lugar de adoración de su
padre.
Este es el primer
trato de Jacob directamente con Dios, y sin duda la historia de su conversión.
El lugar y su experiencia allí fueron de tal significado para él que hizo tres
cosas: levantó una columna para señalarlo, lo dio un nombre nuevo – Betel, casa
de Dios – e hizo voto. El fugitivo descubrió que estaba en la casa de Dios y que
Dios estaba allí.
Hasta este punto
Jacob pensaba en sí, pero en Bet-el pensaba en Dios y encontró el lugar
espantoso. Como otro que vivió muchos años más tarde, podía decir: "Me
acordaba de Dios, y me conmovía", y esta ha sido la experiencia de un
número innumerable de personas a lo largo de las edades.
La historia de Jacob
en Luz ofrece mucha reflexión provechosa, pero aquí nos conformaremos con
observar que vemos la maravillosa gracia de Dios hacia este trasgresor. La
escalera habla de Cristo, la vía al cielo. Llegó justamente adonde estaba él y
alcanzó a Dios mismo. Merece notar el cambio de nombre; Luz significa "uno
que divide", pero Bet-el significa "casa de Dios". Jacob hizo
voto y Dios hizo una promesa incondicional: "La tierra en que estás
acostado te la daré a ti y a tu descendencia …" Pero Jacob quiso negociar:
"Si fuere Dios conmigo, y me guardare … Jehová será mi Dios". En vez
de confiar en lo que Dios había dicho, él fijó condiciones, y a veces nosotros
actuamos de manera parecida.
Jacob en Padan-aram
Los primeros
versículos del capítulo siguiente hacen ver el resultado de todo esto:
"Siguió luego Jacob su camino", 29.1. Thomas Newberry traduce:
"Jacob levantó los pies y llegó a la tierra del pueblo del oriente".
Vencida la pesadez que experimentó al abandonar su hogar, él se ha encontrado
con Dios y es un hombre nuevo; ha visto la vía de tierra a cielo y cuenta con
la promesa de la presencia de Dios con él. Cierto comentarista escribió:
"Su corazón levantó sus pies".
El sentido de
Padan-aram es "la llanura de Aram". En el Antiguo Testamento la
llanura era lugar del alejamiento de Dios: "la llanura de la tierra de
Sinar", "Lot vio la llanura del Jordán", etc. Aram quiere decir
"magnífico", y sin duda era un lugar agradable a los ojos, pero
también abundaba la vanidad de la vida.
En nuestros días lo
que corresponde a levantar un altar en aquellos tiempos es entrar en relaciones
sacerdotales con Dios en el hogar. Jacob no hizo nada de eso en Padan-aram, y
lo mismo da hoy en día con muchos, debido a las amistades malsanas que guardan.
Labán tenía ídolos en su casa y Raquel los hurtó, haciendo entrever cuán poca
influencia espiritual Jacob tenía en esa familia. En aquellos tiempos le
correspondía a la cabeza del hogar funcionar como sacerdote en el mismo. Leemos
de Job, por ejemplo, que se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme
al número de sus hijos, acaso pecare alguno.
¿Será que Jacob
estaba tan ocupado con el ganado que dejó de criar a sus hijos en la disciplina
y admonición del Señor? ¿Se interesaba tanto por enriquecerse que no le quedaba
tiempo para atender al bienestar espiritual de su familia? Los hijos ya estaban
de una edad cuando su carácter estaba en formación, y veremos más adelante el
resultado de esta falta de un altar en Padan-aram.
Continuara.
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