lunes, 8 de enero de 2018

Jacob en Luz

Personajes del Antiguo Testamento.        N° 12.

Héctor Alves, 1896-1978.
Parte de una serie publicada mayormente
 en los años 1970 en la revista Truth & Tidings

Jacob en Luz

Jacob se marchó de casa y pasó la primera noche en Luz, posiblemente la primera vez que estaba fuera de Beerseba. Era un lugar desolado, solitario y rocoso. Sin duda en su caminata a Padan-aram, con solo un bastón de compañero, él habrá repasado su pasado y contemplado su futuro. Solo, cansado, en un ambiente extraño con una piedra por almohada, él soñó y vio una escalera que estaba apoyada en tierra y tocaba el cielo.
¡Qué visión para un hombre deprimido! Le quedaba mucho que aprender de los tres he aquí en esta visión: he aquí una escalera, he aquí ángeles y he aquí Jehová. Se despertó el feliz soñador y dijo: "Ciertamente Jehová está en este lugar". Él descubrió que Dios le había seguido en su despedida de la familia y del lugar de adoración de su padre.
Este es el primer trato de Jacob directamente con Dios, y sin duda la historia de su conversión. El lugar y su experiencia allí fueron de tal significado para él que hizo tres cosas: levantó una columna para señalarlo, lo dio un nombre nuevo – Betel, casa de Dios – e hizo voto. El fugitivo descubrió que estaba en la casa de Dios y que Dios estaba allí.
Hasta este punto Jacob pensaba en sí, pero en Bet-el pensaba en Dios y encontró el lugar espantoso. Como otro que vivió muchos años más tarde, podía decir: "Me acordaba de Dios, y me conmovía", y esta ha sido la experiencia de un número innumerable de personas a lo largo de las edades.
La historia de Jacob en Luz ofrece mucha reflexión provechosa, pero aquí nos conformaremos con observar que vemos la maravillosa gracia de Dios hacia este trasgresor. La escalera habla de Cristo, la vía al cielo. Llegó justamente adonde estaba él y alcanzó a Dios mismo. Merece notar el cambio de nombre; Luz significa "uno que divide", pero Bet-el significa "casa de Dios". Jacob hizo voto y Dios hizo una promesa incondicional: "La tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia …" Pero Jacob quiso negociar: "Si fuere Dios conmigo, y me guardare … Jehová será mi Dios". En vez de confiar en lo que Dios había dicho, él fijó condiciones, y a veces nosotros actuamos de manera parecida.

Jacob en Padan-aram

Los primeros versículos del capítulo siguiente hacen ver el resultado de todo esto: "Siguió luego Jacob su camino", 29.1. Thomas Newberry traduce: "Jacob levantó los pies y llegó a la tierra del pueblo del oriente". Vencida la pesadez que experimentó al abandonar su hogar, él se ha encontrado con Dios y es un hombre nuevo; ha visto la vía de tierra a cielo y cuenta con la promesa de la presencia de Dios con él. Cierto comentarista escribió: "Su corazón levantó sus pies".
El sentido de Padan-aram es "la llanura de Aram". En el Antiguo Testamento la llanura era lugar del alejamiento de Dios: "la llanura de la tierra de Sinar", "Lot vio la llanura del Jordán", etc. Aram quiere decir "magnífico", y sin duda era un lugar agradable a los ojos, pero también abundaba la vanidad de la vida.
En nuestros días lo que corresponde a levantar un altar en aquellos tiempos es entrar en relaciones sacerdotales con Dios en el hogar. Jacob no hizo nada de eso en Padan-aram, y lo mismo da hoy en día con muchos, debido a las amistades malsanas que guardan. Labán tenía ídolos en su casa y Raquel los hurtó, haciendo entrever cuán poca influencia espiritual Jacob tenía en esa familia. En aquellos tiempos le correspondía a la cabeza del hogar funcionar como sacerdote en el mismo. Leemos de Job, por ejemplo, que se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de sus hijos, acaso pecare alguno.
¿Será que Jacob estaba tan ocupado con el ganado que dejó de criar a sus hijos en la disciplina y admonición del Señor? ¿Se interesaba tanto por enriquecerse que no le quedaba tiempo para atender al bienestar espiritual de su familia? Los hijos ya estaban de una edad cuando su carácter estaba en formación, y veremos más adelante el resultado de esta falta de un altar en Padan-aram.

Continuara.

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