Elías: un Ejemplo para Seguir
Cuando consideramos personajes que
vivieron en tiempos bíblicos, a veces caemos en el error de pensar que eran
tiempos mejores para vivir vidas piadosas, o que eran personas muy especiales.
Elías aparece en el palacio de Acab
después de sesenta años de idolatría, y cuando el rey había hecho más que todos
los reyes anteriores para provocar la ira de Dios. ¡No debemos de pensar que no
había problemas en su vida! Santiago, escribiendo más de 900 años
después de la vida de Elías dice: “Elías era hombre sujeto a pasiones
semejantes a las nuestras.” (5:17)
Elías era un hombre con pasiones,
o sea, deseos fuertes, tal como nosotros.
Pero Elías también era un hombre que
sabía la importancia de peticiones en su vida. Dice Santiago que “oró
fervientemente para que no lloviese”. ¿Por qué es que tenía tanta confianza en
decir que “no habrá lluvia ni rocío en estos años”?
Es que Elías hacía lo que hoy también
podemos hacer – nosotros deberíamos ver las promesas de Dios, y confiar
en ellas. Seguramente Elías entendía lo
que Dios había dicho en Deuteronomio 11:16-17 en cuanto a servir a ‘dioses
ajenos’ y que el resultado sería que ‘se encienda el furor de Jehová sobre
vosotros, y cierre los cielos, y no haya lluvia’.
Después de haber pedido que Dios
cumpliera su promesa, Elías llega ante Acab con este pronunciamiento:
“No habrá lluvia ni rocío en estos años”. ¡Qué confianza en las promesas de
Dios! ¡Que Dios nos ayude a creer lo que El nos dice en su Palabra! – Marcos L.
Caín
El mensajero Mexicano Febrero 2007.
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